martes, 25 de diciembre de 2012

¿Qué nos hace humanos? ¿Y a los Neandertales? (V)

  
Con este quinto post de la serie, abordamos la revisión de otro mini-ensayo que responde a la pregunta ¿qué nos hace humanos?, tal y como fue propuesta por J. M. Calcagno y A. Fuentes. En este caso, como anunciábamos en la nota anterior, se trata de la propuesta de Robert M. Seyfarth y Dorothy L. Cheney, ambos profesores de la Universidad de Pennsylvania, que se dedican al estudio del comportamiento y la cognición en varias especies de primates.

Diferencias entre primates

Como en el caso de Sussman, para Seyfarth y Cheney lo que nos hace humanos se puede encontrar en la comparación con otros primates, buscando sobre todo las principales diferencias. Por ello, su propuesta puede entenderse cómo “aquello que posee la humanidad y que otros primates –monos, simios, etc- no tienen en absoluto, o sólo muestran de un modo muy limitado.”

Cognición, comunicación y lenguaje

Además, los autores no dudan en acudir directamente al sub-campo (o área específica) de las diferencias en los aspectos de la cognición y la comunicación. Esto se explica porque consideran que la principal diferencia (i. e. más significativa) entre los otros primates y los seres humanos es nuestra capacidad para crear y utilizar un lenguaje completamente evolucionado. Es decir, que no se preocupan en este caso de los aspectos anatómicos, etc., sino que van directamente a las diferencias cognitivas y de las capacidades comunicativas, que están en la base del lenguaje.

“Teoría de la mente” y flexibilidad acústica del habla

Estos dos conceptos, una “teoría de la mente” plenamente desarrollada, y una flexibilidad acústica (aprendida, y altamente modificable) de nuestra capacidad de emisión de mensajes, serían los rasgos específicos que nos hicieron humanos, según Seyfarth y Cheney. En concreto, los investigadores entienden estos rasgos como dos pasos previos y elementos constituyentes de lo que después sería nuestro lenguaje, con toda su enorme capacidad de gestionar y comunicar información.

En cuanto a la “teoría de la mente”, el concepto se refiere a dos capacidades complementarias:
  1. Capacidad de introspección, de ser conscientes de nuestros propios pensamientos, poder juzgarlos, modificarlos, etc… lo que es un gran paso para permitirnos recopilar datos de todo tipo, y para reformular y planificar nuestras estrategias.
  2. Capacidad de reconocer y proyectar lo que otros individuos piensan o creen, y de juzgar si sus creencias son verdaderas o falsas.
Esta “teoría de la mente” no estaría por completo ausente en otros primates, pero según los autores en todos los demás casos es muy limitada, y (por lo general) es inferior a la que muestran los niños humanos de un año de edad.

 "Teoría de la mente" explicada por Mimi & Eunice.

Y, en lo que se refiere a la flexibilidad acústica, en este caso las diferencias serían todavía más tajantes: Todos los demás primates tienen un rango de producción vocal enormemente limitado, y que responde en casi todo su abanico a capacidades innatas, no aprendidas (todo lo contrario que los humanos).

Una posible explicación

Para cerrar su mini-ensayo, Seyfarth y Cheney reflejan una breve propuesta sobre el mecanismo evolutivo que habría llevado a estas diferencias tan marcadas: 

“One speculation argues that the selective pressures imposed by an increasingly complex social enviroment favored the evolution of a full-blown theory of mind, and this, in turn, favored the evolution of increasingly complex communication that required flexible vocal production.”

Es decir, que un entorno social cada vez más complejo produjo las presiones selectivas hacia una “teoría de la mente” más desarrollada, y eso a su vez favoreció en desarrollo de la producción vocal flexible que nos caracteriza.

¿Y los Neandertales qué?

En este punto, la pregunta sería ¿compartieron las poblaciones neandertales esos rasgos que nos hacen humanos según los autores? Si seguimos los principios y razonamientos expuestos por Seyfard y Cheney, será necesario buscar esos pre-requisitos (“teoría de la mente” desarrollada, y flexibilidad acústica/vocal), para que sea factible la existencia de un “lenguaje plenamente evolucionado” en las poblaciones neandertales del Pleistoceno.

“Teoría de la mente” neandertal.

En lo que se refiere a la “teoría de la mente”, hay al menos dos medios (que, de hecho, pueden ser complementarios) para documentarla desde la arqueología.

Por una parte se pueden buscar conductas claramente simbólicas o representativas de conceptos abstractos, como el arte, la religión, la etnicidad, etc. En esta línea, estarían numerosos trabajos que han documentado una variedad de objetos y técnicas de adorno (y de distinción) de los grupos e individuos neandertales (d’Errico y Soressi 2006, Hayden 2012, Leroi-Gourhan & Leroi-Gourhan 1964, Peresani et al. 2012, Zilhão 2007).

Figura de Caron et al. (2011) con materiales de industria ósea y de tipo simbólico de la Grotte du Renne en Arcy-Sur-Cure.

Otra estrategia es buscar elementos del registro arqueológico que reflejen formas de conducta complejas, elaboradas, con planificación al largo plazo, y/o con estrategias ramificadas o de gran variabilidad. En este sentido ha habido muchos trabajos dentro de un amplio abanico de temas: sobre las formas de vida, la subsistencia, la gestión de los recursos y del utillaje, o la economía en general de los grupos neandertales. Algunos ejemplos serían los trabajos de L. Bourguignon, J. Rios Garaizar, M. Soressi, o M. Vaquero (o, de forma más limitada, mi pequeña aportación dentro de los temas tratados en mi Tesis Doctoral).

En cualquier caso, desde ambas perspectivas parece hoy claro que los Neandertales dispusieron de una “teoría de la mente” plenamente desarrollada, similar o no muy diferente de la que tuvieron los llamados “humanos modernos” en el final del Pleistoceno.

Flexibilidad acústica y vocal neandertal

Sobre esta cuestión, para el caso de los Neandertales, se han combinado dos enfoques complementarios por parte de los investigadores expertos en la materia: 

El primero de esos enfoques es investigar el aparato emisor de la voz, es decir, el tracto vocal y la forma de los elementos rígidos (óseos) y flexibles (cuerdas vocales, músculos, etc.). Los últimos estudios (Martínez et al. 2012) apuntan a que tanto los Neandertales, como los Homo heidelbergensis, ya tenían las partes anatómicas implicadas en la formación del habla con una configuración similar o muy parecida a la moderna -entendiendo por “moderna” una morfología como la nuestra, en cuando a la variedad y calidad de los sonidos que puede producir.

En el  mismo trabajo que citabamos antes, (Martínez et al. 2012) se utiliza también el otro enfoque posible, que es estudiar el aparato receptor, es decir el oído. Se puede hacer a partir de los restos fósiles: tanto de los huesecillos del oído interno, como del propio canal auditivo en el cráneo humano. Y una vez más, los estudios sugieren que las capacidades auditivas de los H. heildelbergensis y los Neandertales, en relación al habla, fueron muy similares a las nuestras (o, en todo caso, mucho más próximas a las nuestras que a las de los chimpancés u otros primates). 

Por lo tanto, en el momento actual de la investigación, todo apunta a que las poblaciones neandertales también poseían el aparato fonador y auditivo adecuado para el "lenguaje completamente evolucionado". 

Sigue leyendo esta serie de posts.


Bibliografía

Caron, F., d'Errico, F., Del Moral, P., Santos, F., Zilhão, J. (2011): "The reality of Neandertal symbolic behavior at the Grotte du Renne, Arcy-sur-Cure, France", PLoS One, 6 (6) [texto completo]

d’Errico, F. y Soressi, M. (2006): "Des Hommes en couleurs", Les Dossiers de la Recherche, 206, pp. 84-87. [pdf completo]

Hayden, B. (2012): "Neandertal Social Structure?", Oxford Journal of Archaeology, 31, pp. 1–26. [texto completo]

Leroi-Gourhan, A. y Leroi-Gourhan, A. (1964): "Chronologie des grottes d'Arcy-sur-Cure (Yonne) ", Gallia préhistoire, 7, pp. 1-64. [texto completo]

Martínez, I., Rosa, m., Quam, R., Jarabo, P., Lorenzo, C., Bonmatí, A., Gómez-Olivencia, A., Gracia, A. y  Arsuaga, J. L. (2012): "Communicative capacities in Middle Pleistocene humans from the Sierra de Atapuerca in Spain", Quaternary International, en linea 10 julio 2012 [abstract]

Peresani, M., Fiore, I., Gala, M., Romandini, M. y Tagliacozzob, A. (2011): "Late Neandertals and the intentional removal of feathers as evidenced from bird bone taphonomy at Fumane Cave 44 ky B.P., Italy",   PNAS 108 (10), pp. 3888–3893.[texto completo]

Zilhão, J. (2007): "The Emergence of Ornaments and Art: An Archaeological Perspective on the Origins of “Behavioral Modernity", Journal of Archaeological Research, 15 (1), pp. 1-54. [abstract]

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